Y solo así, tan solo escribo.

Tantas palabras dichas en vano,fruto de mi teclear en las teclas de un maldito teclado, dejo escapar lo que hay dentro de mi, dejo que fluya, no hay nada que me guié.

La verdad, la pura verdad son las palabras escritas,lo que se escribe se siente, y lo que se siente se escribe. Soy yo la que derrama lagrimas de sangre en un papel, soy yo la que gasto mi tinta en intentar escribirte las cartas que nunca leerás, aquellas en las que mis pensamientos se dejan entre ver. Se que sigues ahí, se que no te fuiste, que todas las cosas que me prometiste aun se mantienen. Que los sueños planeados, tu y yo, yo y tu siguen estando ahí, ahí donde los dejamos con un suspiro, entre palabras, entre susurros. Aún me acuerdo de los gestos que te caracterizaban, aquellas veces en las que con delicadeza, acariciabas uno de los mechones de mi pelo que caía sobre mi cara y lo desplazabas suavemente hacia mi oreja, aquellas veces en que con solo una mirada, conseguías decirme aquellas cosas tan bellas.
Se que nunca fui perfecta, pero también se que estuviste a la altura de todas mi expectativas, que siempre estuviste cuando te necesite y se que aún sigues, que estas rondando en cada pensamiento de mi mente.
No entiendo estas líneas escritas sin sentido en las que me ahogo yo misma entre palabras, dichas a borbotones, sin tener una mínima idea de lo que quiero decirte ahora, de lo que es para mi todo esto, solo que se escribo, escribo tu recuerdo , tal y como prometí, porque siempre encontré refugio en las palabras, y ahora que te echo en falta, escribo, sobre ti, sobre ambos.
Porque este pequeño sentimiento se merecía ser relatado, se merecía un breve párrafo, se merecía salir de mi cabeza.

Y ahora, dejo ir las palabras, al infinito, donde cada pensamiento dicho en voz alta, acaba contigo.