Con el corazón encogido y el pecho en la garganta.

He comenzado al recta final a la meta de un largo camino, en esta recta final estoy segura de que vendrán muchos sentimientos y emociones, a ciencia cierta se que me caeré pero también estoy segura de que por miles de daños, por mucho que este echa pedazos si hace falta me arrastrare hasta cruzar la meta. Suena rastrero, sueno a a infringirse un dolor innecesario, lo se. Pero quiero conseguir lo que desde que tenía apenas 7 años quiero hacer, aquello por lo que tantas veces he caído y me he levantado, un sueño no tan  lejano ahora mismo. Me hago tantas preguntas sobre lo que pueda suceder, sobre lo que sea de mi, de todo lo que decida y todos los movimientos que realice, sin duda sera como estar esquivar un montón de balas directas hacia mi. Y tendré que planear una buena jugada, algo que me haga ganar esta larga carrera por este largo camino.

La primera vez que me hablaron de vocación no tenia ni idea de lo que era, de echo llegue a pensar que eso no existía. Pero cuando de verdad busque en mi, en mi interior, para sacar mi propia vocación supe de verdad cual era el camino que debía escoger cuando llegue a aquel cruce. Nadie me iba a decir cual era mi vocación, porque es algo que cada uno lleva dentro. Me gusta ayudar, a ayudar a las personas, siento tanta impotencia de no poder hacer nada ahora mismo por muchísima gente que lo necesita, gente que esta justo al lado nuestro, o a miles de kilómetros. Las circunstancias, la edad y otros miles de impedimentos, eso es lo que falla. Pero estoy muy segura de lo que me propuse aquel día en el que la vocación se abrió camino entre mi cabeza, y sobre todo cuando salió de mi corazón.

Llevo mucho tiempo, buscándome porque muchas veces me he perdido, cada una de mis vivencias me a llevado a este camino, ha esta recta final en la que tengo que correr más que cualquiera para entrar en el limite de tiempo. Es un propósito, algo que es importante para mi, que me va a costar mucho y aunque no lo logre buscaré alternativas para llegar a mi autentica intención. Nunca he rebuscado tanto en mi mente, de verdad que no. Tengo miedo, es palpable, tengo miedo de todo lo que pueda pasar, tengo miedo no llegar, pero tengo una ventaja, soy optimista, cosa que pocos pueden decir que son. Soy una luchadora nata, de verdad que lo soy, no porque yo me lo crea sino porque muchos me lo hacen notar, y porque yo misma quiero luchar, luchar como aquellas personas que me enseñaron a intentar ganar, incluso al final de todo.

Luchar por llegar a la meta, de todo este largo recorrido, y cuando mire atrás pueda decir, no me arrepiento de haber luchado y de haber hecho lo que hice, porque lo conseguí.