Best of...

No se trata de cerrar etapas, se trata de aprender de ellas, de saber que nos hemos equivocado pero que hemos sido muy felices.
Para mí, la esencia de todo esto, es estar agradecida de seguir aquí, disfrutando de la vida, y de lo que conlleva.

De los besos que saben como el primer día, y las caricias que me cuidan cada año que pasa.
Por las compañeras de vida que son hermanas y me quieren y me cuidan cada día que pasa, por llorar de la risa y de la rabia. Por los consejos necesarios, las noches de risas infinitas y las mañanas de cánticos caóticos. Sois pura vida, pura magia.

Por mis niñas que me dan la vida cada día que pasa, sois ángeles caídos del cielo y lo mejor que me ha dado la querida Salamanca.
Por aquellos que formaron mi familia desde el primer hasta el último año, con las noches de tranquis y las mañanas de ibuprofeno.

Por aquellos que me enseñaron que me equivocaba y me demostraron que eran personas valiosas de las que aprender. Por que siempre te sorprendes encontrando a personas que te demuestran que la vida es más bonita y más alegre con ellas. Los que me alegráis la vida cada vez que vuelvo a casa, por lo que lleváis ahí toda la vida y los que me conocéis desde hace 2 años o incluso menos.  Por esos abrazos que solo se darán una vez a las 3 de la mañana, cuando más los necesitas. 

Habéis formado parte de mi de una manera impresionante, desde lo peor hasta lo mejor. Me quedo con las risas y el frío de las terrazas mientras nos contamos nuestras vidas, las noches de saltos en discotecas y cantar a todo volumen, y es que joder, sois unos locos.

Brindo por aquellos que están lejos, pero siempre están conmigo, porque los océanos no rompen amistades. Por la familia que siempre lo será todo aunque nunca se diga en voz alta, porque nos hacemos los duros.

Y siempre, por los que ya no están, siempre con una sonrisa por vosotros, sigo aquí, cumpliendo un sueño, que es seguir disfrutando, como me enseñasteis.